ENTRE
NARDOS
Entre
nardos de tibia primavera
llegaste
a iluminar mi cielo oscuro
con
el ímpetu suave en lo más puro
de
ese tiempo llevado en bandolera.
Lo
mismo que se encienden en hoguera
las
luces con sus brillos de conjuro
encendiste
mi piel con tu futuro
cubierto de caricias sin espera.
En
el baile de manos y miradas
supimos
de la noche y sus virtudes,
deliciosa fusión dejando huella.
La
sombra se borró con madrugadas
y
en la cumbre de nuestras juventudes
sellamos
el amor que aún destella.
Me alegro mucho, María
ResponderEliminarMe alegro mucho, María
ResponderEliminarGracias !!!
EliminarMi estimda Pilar, un belleza de soneto, con unas imágenes que transportan al lector al excelso cielo de la sensibilidad emotiva. Un amor que va más allá de la frontera vital; en suma, una delicia para los sentidos.
ResponderEliminarMis sincerasa felicitaciones y mi admirado cariño.
Muchas gracias, querida Candela. Es una gran suerte contar contigo, cuya sensibilidad de gran poeta se manifiesta en hermosos y generosos comentarios.Graciasss
EliminarAbrazos grandes, amiga.
Bellísimo soneto, querida Pilar. Te deseo, de todo corazón, que transites estas próximas fiestas, rodeada del cariño de los tuyos.
ResponderEliminarUn abrazo grande y cariñoso. María