A Rafael.
In
memoriam
Porque
estás en el fondo de mi herida,
sujeto
a los embates del destino,
con
la sonrisa plena que adivino
meciendo
este dolor que nunca olvida.
Porque no hay corazón sin que tu vida
encienda
un nuevo sol en mi camino,
poblado
con un eco peregrino
en
el tiempo sin puerta ni salida.
Porque
sigo asomada a tu memoria,
errante
golondrina cuyo vuelo
ya
no encuentra un nidal cálido y fuerte,
no
dejo de mirar hacia la gloria
con
los ojos del alma y del anhelo
hasta
sentir tu amor libre de muerte.