Persigo
la verdad, a gran escala,
libre
de sucedáneos y mitos
elevándose en dioses a sí mismos
cuyo
fondo es el humo de la nada.
Oradores
de pose, sus palabras
enredan
y confunden los caminos
donde
buscan ejércitos perdidos
ese
punto de luz en la vanguardia.
Dedicada
al oficio, sin futuro,
de
crear las columnas imbatibles
que
sustenten raíces siempre honestas,
me
deshago en partículas sin rumbo
y
se anulan mis ecos, no serviles,
en
la fosa común de la tristeza.