miércoles, 18 de febrero de 2015

CERCO


















Se cerca, lentamente, lo vivido
con arrullos envueltos en canela
y lágrimas que apagan una vela
y acunan los jirones de aquel nido.

Es dulce recordar en el olvido
y triste no beber su blanca estela,
tan lejos de mi ser que me desvela
al no llegar el tacto a mi quejido.

Si la vida regara con ternura
cada paso en nosotros, cada voz
ya rota por desgaste sin retorno,

quedaría la miel sin amargura,
un requiebro de luz sano y precoz
para no sucumbir a su soborno.





2 comentarios:

  1. Mi admirada y querida Pilar, si la vida regara con ternura a quienes se lo merecen, tú serías la primera en estar vestida de esa dulce capa pero, para tu conocimiento, lo estás tanto si la vida te riega como si no, ya que la ternura y la sensibilidad quedan bien patentes en tu enorme humanidad y en la magnificencia de este poema, fiel reflejo de tu maestría poética.

    Abrazos apretados.

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  2. Qué generosa eres, mi querida Candela. Sólo puedo agradecerte todo lo bonito que me dices y recibirlo, no sin rubor, con el cariño que te profeso.

    Un millón de gracias, amiga y gran poeta.

    Pilar

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